MI HERMOSA FLOR
Y en mi interior,
Encontré aquella flor
Tanto me costó mirarla
Reconocer su debilidad y apreciarla.
La regué a punta de lágrimas
En una lluvia torrencial de lamentos
Creció nostálgica,
Acostada en el regazo de los helechos.
No pude concebir su belleza,
Había sido opacada por la tristeza
Se hallaba sedienta
De amor y de sonrisas.
Vivió en terreno sombrío,
En infertilidad;
Su mísera biología
Impedía su movilidad.
Hasta que llegó aquél
Él descubrió su anatomía
El cálido sol de una mirada,
Revolucionó su morfología.
Era un apuesto mimbre
El que bebía del néctar de sus pechos
Proclamaba su nombre
Y penetrando sus raíces,
Acariciaba su melancolía.
Un día de marzo,
Él no la regó más de besos
Descuidó sus hojas
Culminaron los suspiros
Y sus pieles ya no eran húmedas.
Ella entendió,
Solo se trataba de sus carpelos.
Se marchó,
Hizo suyos sus pistilos.
Hoy tiene los más hermosos pétalos,
Después de siete temporadas,
Permanecen vivos sus sépalos.
Mishiell.
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